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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Levanta la cabeza



¡Maldita sea la hora en que bajé la cabeza! Con lo bonito que es el mundo ¿Por qué miramos al suelo? Muchos dicen que es para saber por donde pisas, no vaya a ser que te tropieces y el golpe sea grande.

Llevo bastante tiempo agachando la cabeza para no encontrarme un agujero desafortunado que haga que mi cuerpo se estrelle contra el suelo. Es uno de esos motivos por los que no observo al mundo y me dedico a fijarme en mis pasos.

Todos los días igual y ¿de qué ha servido? Bueno si, llevo tiempo sin tropezarme. Pero, ¿la vida es aquello por donde pisas o es aquello que te rodea? ¿La vida está a la altura de nuestros pies o de nuestros ojos?

Tengo esa sensación de haberme perdido gran cantidad de paisajes por culpa de lo mismo de siempre.

Quizás haya que levantar la vista y fijarse en todo aquello que te rodea, que aunque no sepas que suelo estás pisando, por lo menos sabes en que mundo estás viviendo.

Quizás haya que buscar un punto intermedio, porque a lo mejor cuando hagamos eso nuestra vida cambie. Pero siendo sincero, la dificultad no reside en la manera en que como des tus pasos, si no en el porqué de seguir caminando ¿Qué te impide pararte?

Muchas veces pienso que lo mejor sería perderse, ya que de esa manera, miraría por donde piso, observaría lo que me rodea y tendría razones suficientes para seguir caminando.

O quizás no tenga ninguna, en ese caso, nada me impediría pararme a esperar alguna razón por la que seguir avanzando. 

Por eso te necesito. 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ellos




Y resulta que al final todo salió mal. Nada funciona como tú quieres que funcione. No tenemos el control, nunca lo tuvimos y nunca lo tendremos.

“¿Por qué lo dices?”

Es complicado de explicar. No tienes la sensación de que hay días que te levantas, te marcas unos objetivos y vas a por ellos. Otros días te levantas y no ocurre nada. Es monótono como buena parte de tu vida. Muchas veces me despierto y ya estoy aburrido sin haber tenido tiempo para abrir los ojos. No hay emoción.

“¡Qué decadente eres!”

No soy decadente. Soy realista. Si tu vida es una constante emoción, enhorabuena. Te envidio. Pero mientes. Ni todos los días son iguales, ni todas las rosas son rosas. Lo peor de todo, es que cuando intentas hacer algo diferente te convences a ti mismo de que no tienes tiempo.

“Pero seguramente habrá días que hagas algo diferente o que te levantes con distinto humor”

Claro que hay días así. Y no veas lo feliz que se siente uno. Es una sensación mágica, que te envuelve. Tan solo actúas. Haces lo que quieres. Te levantas y te diviertes. Es otro rollo. Nada parecido a mis otros días “decadentes”.

“Son cambios de humor, es normal. Seguramente cuando te levantes esos días en modo ‘triste’, es por algo personal”

Ya te digo yo que si. Pero no pienses que desde por la mañana estoy pensando ya en que el día es una mierda. Hay que darle una oportunidad. A veces incluso te sorprendes de lo que puede pasar. Pero es difícil, porque tendemos a rendirnos demasiado pronto. A bajar los brazos a la mínima. A mirar al tiempo y decirle ‘hasta luego’. Es como si nada me importara. Como si el mundo no existiera. No se, quizás esté exagerando.

“Habrá algo que te importe, me imagino”

Claro, por eso muchas veces me levanto así, de esa manera. Pero ya estoy acostumbrado. Es algo familiar. Esos días para mi son casi rutinarios, por eso me alegro tanto de que lleguen otros días en los que me pongo a tope desde el primer momento. De todas formas, llevo teniendo unas semanas en que las cosas me van afectando menos. Tengo mis pequeños bajones, pero considero que la vida son altibajos, así que no es nada preocupante. Quizás le de demasiada importancia a hechos que no la tienen, pero es algo que no puedo evitar. Soy así. Vivo en una rutina constante. Y no me refiero al día a día, si no a que todo lo que intento que me salga bien, me sale mal.

“Como a todos”

Supongo que llevas razón. Seré un egocéntrico en este caso. Lloramos por cosas insignificantes, cuando hay gente que sonríe por menos.

Yo no tengo ningún plan establecido. Siempre pensamos que lo mejor es no hacer nada que se salga de nuestro camino por miedo a lo que pueda pasar. Miedo a hacer algo diferente.

“Parece que trazar otra línea, que hacer un dibujo diferente a nuestras vidas, es algo malo. Algo de lo que haya que huir. Tú, por ejemplo, siempre me preguntas las mismas cosas. Como si yo tuviera respuesta alguna. No soy nadie para darte consejos.”

Te has ganado mi confianza. Son varios años ya.

“Y los que me quedan si sigues esperando a que te responda algo ¿Por qué no buscas las respuestas fuera?”

Pero afuera no hay ninguna. Solo me las puedes responder tú. Te necesito.

“Yo siempre estaré aquí. Tranquilo. Pero no puedo hacer todo por ti. Bastante tengo con aguantarte tus preocupaciones todos los días. Con escucharte y con ayudarte a escribir. Piensas que estando anclado a un mismo sitio, ser un ignorante del mundo, de lo que rodea, te salvará de la caída. Nadie está preparado. Lo entiendo. Pero puedes hacerlo. Podemos hacerlo.”

Pero tu bien sabes que es difícil.

“Hay que saber esperar al momento adecuado. Ese instante en lo que todo se reduce a una sola respuesta. Habrá días malos y otros en los que sea imposible quitarte la sonrisa de encima. Supongo que querrás razones. Yo te las doy, pero me tienes que hacer caso. Hay alguien ahí que también ansía que le des una oportunidad. Qué le preguntes. Siempre estás intentando buscar la manera para no hacer lo que él quiere. Él te puede ser de ayuda en algún momento. Quizás no esté de acuerdo en lo que él diga, pero la vida hay que vivirla con emoción. No hacer lo mismo siempre.”

Bueno le daré una oportunidad. Pero de momento no hay nada que se la merezca. Pero cuando llegue algo que valga la pena, no sabré que hacer. A lo mejor, no hay que buscar demasiado, pero aun así será difícil.

“¿Qué pasa? ¿Tienes miedo?”

No se. Dímelo tú.

“Pregúntale a él”

martes, 28 de agosto de 2012

REFLEXIÓN ( V )¿ Qué pasaría si...?


Podéis leer la entrada con música de fondo:



Muchos habrán escrito sobre el tema que voy a relatar a continuación. Se han hecho películas inspirándose en ello, series de televisión, documentales, etc.

Ya sabréis que hay 3 dimensiones espaciales (largo, ancho y alto) y una dimensión temporal: el tiempo. Se cree que incluso puede haber hasta 10 dimensiones, todo relacionado con la Teoría de Cuerdas (quizás os suene de una popular serie llamada "The Big Bang Theory”)

Después de presentar el tema vayamos al grano. El tiempo como nosotros pensamos es una recta continua, que avanza y nunca se detiene. No puede retroceder, no la podemos modificar, nunca se vuelve curva, no cambia de posición. El tiempo pasa y nosotros avanzamos con él.

Muchas veces nos preguntamos "¿Qué pasaría si...? “, pero no podemos saberlo porque no podemos retroceder. Pero imaginemos que esa situación, esa otra posibilidad existe, que hay varias líneas del tiempo. Algunos pensarán que es imposible, pero tenemos la mala costumbre de mirar la hora cada dos por tres. Me explico. Tú vives en una realidad compleja, donde vas pegando saltos. No hay que pensar que el tiempo es una única línea, vamos a pensar que hay varias a la vez. Tú tienes la opción de ir hacia una línea o hacia otra, pero ¿Cómo lo hacemos?

Todo esto también está ligado al famoso "Efecto Mariposa”. El aleteo de una mariposa puede formar un huracán en el otro extremo del mundo.

La vida está llena de decisiones y estas decisiones son las que nos hacen movernos entre estas líneas temporales. Un si o un no, puede tener una repercusión increíble en nuestras vidas. Algunas veces parece insignificante tal decisión, pero como ya he dicho, la vida es una acumulación de estas, unas más difíciles de tomar que otras, pero al fin y al cabo son decisiones que hacen movernos por estas líneas del tiempo. Pero que tú estés en una de ellas, no quiere decir que las otras no existan. ¿Por qué debe de existir la tuya y no las otras? ¿Qué hace diferente esta?

Por una decisión que tomaste hace tiempo, te va a impedir cruzarte con una chica maravillosa, o quizás con un trabajo bien remunerado, etc. Pero esa decisión a su vez provoca que te cambies de ciudad, conozcas a otras personas. Un si o un no. Dos vidas diferentes.

Me gustaría tener respuesta a la pregunta del título, poder retroceder en el tiempo y ver que pasaría, como sería mi vida, pero el tiempo avanza.

Por esta misma preocupación, mucha gente se enfrente a decisiones que le superan. Decisiones tan difíciles de tomar, que te gustaría no tomarlas. Pero da igual lo que hagas. Estás cambiando de vida en cada segundo que pasa de tu reloj de mesa. Estás creando nuevas líneas de tiempo, paralelas a esta, con resultados totalmente diferentes. ¿Serías más feliz en esas otras posibles vidas?

Caminas por la calle, te llaman, te hacen cambiar de rumbo, te diriges a otro lado diferente, cambias de rutina, te tropiezas, caes en un charco, empieza a llover, te proteges con tu gabardina, te diriges a un soportal para resguardarte de la tromba de agua, y esperas ahí hasta que pase todo. Después de eso te diriges a tu casa, continuando tu rutina. Pero ¿y si no hubieras respondido a esa llamada que te hicieron?

Caminas por la calle, te llaman, pero no lo coges, sigues por tu acera, te paras a tomar un café y de repente comienza a llover. Decides estar allí más tiempo y te vuelven a llamar. Lo coges pero está lloviendo y no puedes dirigirte allí donde te reclaman. Si querer tropiezas con una persona. La pides disculpas. Te fijas en sus ojos, en su sonrisa y pasas un gran día junto a ella. Lástima, ya habías cogido el teléfono antes, así que no estás aquí. Estás dirigiéndote a tu casa.

Por eso la vida es así de interesante. No sabes lo que te va a pasar ni las consecuencias que tendrán tus decisiones.

Por cosas como esta desearía no tomar ninguna decisión, porque mientras que no la tome, todo es posible.  

miércoles, 1 de agosto de 2012

Reflexión (IV) "Siempre esperamos"


Voy a comenzar a relataros una historia. Todo comenzó en un día sin lluvia. Una mañana soleada. Sin miedo a perder nada…

Raras veces nos levantamos con este ánimo. Muchas incluso maldecimos habernos despertado ¿Qué sueño sería para no querer abrir los ojos? Todos hemos tenido uno que guardamos en nuestra memoria y que jamás contamos. Un sueño tan real que esperamos que se cumpla. ¿Es bueno esperar? ¿Dónde está el límite?

La única barrera, el único límite, muchas veces nos es impuesto por nosotros mismos. Vemos que la única salida para nuestra desesperanza es no hacer nada. Quedarnos de brazos cruzados esperando a que todo ello pase, pero realmente ansiamos que nos pregunten:
-         
¿- Qué quieres? ¿Qué necesitas?

Tantas veces vemos como se nos escapa la oportunidad de hacer algo realmente útil para nosotros, pero no damos ese paso que nos ayudaría a ser más felices. Luego nos arrepentimos “¿Por qué a mi?”.

Diferente es una persona paciente, exigente, cauta y cuidadosa con lo que hace. No es que no se atreva a dar ese paso, si no que se muestra indiferente ante situaciones que no está seguro de que le aporten algo. A veces es inútil esperar demasiado de un instante. Es fugaz. Se nos escapa de las manos. Lo bueno sería disponer de ellos durante el resto de nuestra vida para así aprender de nuestros errores.

Ahora mismo quizás esperes algo, pero dejas pasar el tiempo. Aun así esperas que te lo pregunten. ¿Nadie habla? Bueno ya te pregunto yo:

¿Qué quieres? ¿Qué necesitas?

martes, 31 de julio de 2012

Reflexión (III) "De la música que le pones a cada momento"


Miradas que nunca tienen respuesta. Sueños que nunca se cumplen. Estrellas que se apagan con el tiempo. Corazones rotos. Recuerdos imborrables.

A veces todo comienza con un “hasta luego”, con un “nos veremos” o incluso con un “adiós”. Nadie sabe con seguridad que ocurrirá en un futuro.

Ansias estar cerca de alguien cuando te sientes solo, cuando te entran ganas de abrazar a los recuerdos. Palabras que no necesitan imágenes.

Cierra los ojos. Ahora piensa en eso que tanto quieres. En eso que te gustaría poseer. Eso que es difícil olvidar por pequeño que sea. Las cosas pequeñas son las que más valor tienen. Los detalles.

La razón por la que estás ahora mismo aquí. Qué débiles seriamos si por cada obstáculo que hubiera en nuestra vida lo convirtiéramos en un muro infranqueable.

Siempre digo que la música ayuda mucho. Es necesaria en cada momento. Tendemos a poner la canción inadecuada en ciertos momentos.

Probar a leer esta entrada con dos tipos de música diferentes. Una sentimentalista y otra mucho más alegre. Ya veréis como cambia todo.

Ahora trasladar eso a vuestra vida. En momentos de bajón, de querer acabar con todo por no tener lo que quieres, párate a pensar en un momento que a lo mejor lo que falla es la música que te acompaña.

Cada momento tiene su banda sonora. Tú eres el director de orquesta. Tú decides. 

lunes, 30 de julio de 2012

Reflexión (II)


Cuando alguien se siente vacío. Cuando nadie espera nada de lo que puede suceder en los próximos momentos. Cuando la gente camina sin rumbo fijo, con mirada perdida en el horizonte. Todos esos momentos, son rellenados con recuerdos, con imágenes de algo que podrías haber hecho y has dejado de hacer. Ese hueco se llena con momentos felices, momentos que te han servido para continuar dando pasos de gigante en tu vida.

Todo se trunca con un leve movimiento de brazos, con un pequeño gesto que te hace cambiar tu destino. Todo es tan frágil, tan delgado, tan recto, que salirse del camino puede llegar a ser fácil. Tan fácil que ni si quiera lo intentamos.

Ya hablé en otras entradas, que arriesgar implica compromiso. Salgámonos de la típica frase de que “el que no arriesga no gana”. Es cierto, pero es mucho más complicado que eso. Cuando uno arriesga, tiene que saber lo que está haciendo. No hay que tomarse las cosas a la ligera. Hay que marcarse un objetivo y llegar a él, tarde o temprano, deprisa o despacio, recto o curvo, pero llegar a él.

La rutina es eso. Es la válvula de escape para hacer siempre lo mismo y no atreverse a hacer cosas nuevas. Muchas veces pienso que lo único que nos mantiene fuertes es tener un poco de ignorancia de vez en cuando, porque cuando te implicas demasiado en algo, muchas veces ni siquiera merece la pena. No pierdas el tiempo dándolo todo en algo que no te va a dar nada en la vida. Va a ser como ese algo que estuvo y se fue para no quedarse.

Esas noches en las que miras al techo, o al cielo si tienes la suerte de estar al aire libre, y te quedas pensando en nada. Ese momento en el que te vienen a la cabeza imágenes de un pasado. Algunas veces hasta sonríes. Pero es algo continuo. Repetitivo. Las mismas imágenes una y otra vez.

El presente no existe. Pasado y futuro, nada más. Por eso tienes que ver que cada momento que pase, es pasado en tu recuerdo. Haz que merezca la pena recordar esos momentos. Haz que cada instante, sea una sonrisa en el futuro. No pierdas el tiempo buscando la manera de continuar por ese camino recto, frágil y delgado.

Ahora disculpadme, pero hace un día muy bueno para hacer algo diferente.

domingo, 11 de marzo de 2012

¿Dónde vivimos?

La razón por la que el sistema haya funcionado, es que vivíamos en una sociedad donde el acceso a la información estaba muy limitado, pero ¿qué pasa cuando a personas que antes no hacían ruido, las das la suficiente información para que empiecen a chillar?


Todo el mundo tiene miedo a ser manipulado, pero nadie se da cuenta de que ya eres parte de la sociedad. Todos manipulamos a todos. Uno más que otros, pero al fin y al cabo nadie se salva de las garras del grupo. Intentamos huir, intentamos escapar a un mundo mejor, pero lo cierto es que muy pocas personas tienen la oportunidad de ello. Bien es cierto, que nadie tiene la culpa de nacer donde nace, es digamos, aleatorio. Muchas personas se quejan de otras por estar en un sitio que no les corresponde, pero eso esta fuera del alcance de todos nosotros. Solo hay una cosa que está bajo tu responsabilidad y es: ¿Qué vas a hacer? Decidimos cosas por las que luego podemos estar arrepentidos, eso es digamos la única libertad que tenemos. No nos pueden echar la culpa de estar donde estamos, pero si de lo que hacemos, y como lo hacemos.

Si el tiempo fuera la moneda de cambio, habría unos pocos que vivirían eternamente, y muchos que no sabrían si al día siguiente volverían a abrir los ojos. Solo estos últimos valorarían cada segundo del tiempo que les queda.

¿Pero qué pasaría si el sistema estallara? ¿Qué pasaría si a todos nos sobrara el tiempo? ¿Viviríamos igual que ahora?

El sistema está diseñado para que nadie lo pueda destruir. Durante muchos años han intentado colapsar nuestras mentes, persuadirnos constantemente, manipularnos hasta conseguir que nadie hiciera nada por cambiar. A solo unos pocos  que consiguieron darse cuenta de lo que tenían, les callaron la boca. Ahora resulta, que gracias a que vivimos interconectados, donde la información es más accesible, nos damos cuenta que nada de lo que hacemos y lo que hemos hecho ha sido gracias a que somos libres. Ahora empezamos a usar la razón, a vivir pendiente del otro, a disfrutar del tiempo y evitar que otros nos estropeen los días de vida que nos quedan. Somos la generación que seguramente no destruya el sistema, pero si somos la generación que hará temblar a los más poderosos. Tienen miedo de que les robemos el tiempo, pero ¿Quién roba a quien?

Dales trabajo, no harán nada. Dales comida, no harán nada. Dales un sitio de vivir, no harán nada. Quítales todo lo anterior, y verás que has cometido un gran error. Todo el mundo es feliz viviendo dentro de sus posibilidades, pero hemos pasado esa barrera. Hemos vivido por encima de las nuestras, pero nadie vive por encima de nada, básicamente porque solo vives según te ofrecen.


La gente se está dando cuenta que solo unos pocos tienen el suficiente tiempo para dejar de valorarlo, y muchos donde les falta tiempo para hacer lo quieren. Vivimos en una sociedad de manipulación, ¿no crees que va siendo de hora de despertar?


Ellos intentarán seguir dándote razones para no hacer nada. Yo te doy tiempo, porque nadie debería esperar.

lunes, 27 de febrero de 2012

Nuestro territorio

Estamos en una época de “hiperurbanización”, sobre todo antes de la Crisis Global que estamos sufriendo ahora, en el que uno de los factores ha sido la mala organización territorial. Han prevalecido los intereses privados, es decir, los intereses meramente especuladores, que los intereses del colectivo, de los intereses del elemento más importante de la democracia, como es el pueblo. Hemos caído en las redes de la corrupción. Sorprendería mucho ver un mapa de imputados sobre este tema en ayuntamientos y en demás instituciones en España. No quedaría hueco alguno.

Uno de los mayores problemas de España, es que no hay una política de organización del territorio firme, eficaz y donde todos los actores del elemento democrático expresen su opinión para conseguir un enriquecimiento a la hora de construir el territorio. Ese es el problema, que los intereses privados superan a los intereses públicos. Que la sobrexplotación del territorio, su mal uso, sus escasas medidas de regulación, hayan derivado en una crisis económica, social y medioambiental. Si conseguimos erradicar esta plaga de desorden territorial, mejoraremos nuestro nivel de bienestar.

“Cada ciudadano tiene derecho a vivir en un ámbito digno, sano y bello, pero también tiene el deber de cuidarlo y de exigir que velen por él”.

 Lo primero que había que analizar es si todas las personas pueden acceder a vivir en algún sitio digno, como una casa. Estamos viendo que no es así. Observamos diariamente como muchas familias son desalojadas por haber sufrido un engaño de los bancos, que prometieron pan y no dieron más que harina. También señalaríamos que cuando antes se compraban pisos para especular con ellos, es decir, compro este piso porque dentro de unos años costará más y obtendré un mayor beneficio, o compraré este piso y lo alquilaré que a la larga es buen negocio, a de repente, no tener ni vivienda para dormir, a suplicar a los bancos, que reciben dinero del estado, para que no te echen de tu propia casa, perdón, de la casa que pertenece al sistema (es que no es ni siquiera tuya). Eso lo he vivido y la mayoría de nosotros también. Nos quejamos de los políticos pero habría que mirar nuestro ombligo de vez en cuando, aunque también es cierto, que tú no compras si no te ofrecen. Llevaban razón nuestras madres al decir que no cojamos un caramelo a un desconocido, pero es que no solo se lo hemos cogido, si no que además le hemos pedido más.

Esta nueva organización del territorio debe de estar regida por una serie de reglas, unos principios. Estos principios son básicamente que hay que respetar los valores del territorio, porque cada territorio, cada lugar, tiene su propia cultura, su historia, su identidad, y no hay que destruirlo, si no hay que conservarlo para los intereses de las sociedades venideras, que puedan disfrutar de estos recursos. Otra cosa a destacar, es que, cuando tu modificas el territorio este es imposible de volver a recuperarlo a su posición original, es decir, cuando tu urbanizas un lugar, cuando creas un espacio artificial, ese territorio ya va a estar modificado, por lo tanto, debemos procurar que la organización y los usos que queramos dar a ese espacio cumplan con una serie de compromisos que beneficien a las personas, al colectivo, y este es el segundo principio. No sé puede urbanizar el territorio así porque sí. No se puede construir un lugar sin atender a los valores sociales que hay en él. No hay que dejar de lado a la sociedad, a los individuos. Si se quiere hacer algo ahí, debemos preservar la importancia que tiene el lugar, modificarlo en su justa medida atendiendo, aunque difícilmente, al valor económico de ese elemento sociocultural, lo que da nuestro tercer criterio. El siguiente principio, es que la organización del territorio debe de estar bien gestionada, no como hemos venido haciendo, que es rebajando el precio del suelo, para que empresas privadas lo modifiquen sin atender al valor sociocultural que hay en él. Una mejora de esta gestión derivaría en un incremento del bienestar para las personas, un mayor acceso a los servicios básicos, mejora del transporte, y un largo etcétera. También hay que acabar con la lacra de la corrupción, y llegar a confiar en que los estamentos políticos, las instituciones reguladoras y el compromiso sobre la normativa espacial, sean favorables para que todos obtengamos un mayor beneficio territorial. Hay que suprimir aquellas normativas que destruyan el territorio, que lo desordene y lo confunda con un meramente, elemento económico, ignorando el elemento más importante como es el social. Otro criterio sería, considerar la ordenación del suelo por su elemento, como ya he dicho, social, pero también ecológico, y dejar de lado viejas concepciones, de suelo vacío, suelo urbanizable. Los planes de ordenación que estamos observando en muchas ciudades son simplemente planes de expansión urbana, pero no de mejora del acceso a los servicios. Son planes, la mayoría, de antes de la crisis, donde todo suelo rústico derivaba en una más que posible urbanización. Y no. Hay que ver este suelo agrario en su contexto, en su importancia ecológica. Hay que dotarlo de mayor protagonismo. Pero no hay que fijarse solo a la escala municipal, si no que estos planes deben ser fijados por un plan que abarque más territorio, de ahí que las Comunidades Autónomas tengan el deber de crear un plan de ordenación territorial que coordine al resto de planes locales, para que por ejemplo, no veamos casos de planes totalmente diferentes de un municipio a otro, con lo que el desorden sería aún mayor. Este plan territorial no debe de estar sustentado únicamente por un sistema autonómico, de ahí que el Estado español, también deba fijarse en el territorio. Estamos con una legislación de él desde el año 1998, y es por eso por lo que habría que cambiar la legislación sobre el suelo, dotando de mayor protagonismo no solo al factor “urbanización”, si no a otros factores igual de importantes, como el social, ecológico, cultural, histórico, etc. Sobre el gobierno central recae igualmente la responsabilidad de revisar y proponer el consenso relativo a un nuevo modelo de financiación para los gobiernos locales.

España ha ratificado una serie de acuerdos con otros países en materia de suelo, pero es del compromiso de todos, que se cumpla. No vale con firmar y desentenderse, si no responsabilizarse de una cohesión territorial mundial en coordinación con otros países, ya sean europeos o de otros continentes.

Para que se cumplan todos estos criterios hace falta un acuerdo global que permita que esta nueva cultura del territorio sea realmente eficaz, y a su vez todos los ciudadanos obtengan el deber de cuidar todo el espacio geográfico en favor de las sociedades venideras.
Ahora más que nunca, necesitamos un cambio. Pero no solo económico, si no también humano. 

Cuidemos en favor del futuro, porque parece ser que solo miramos al presente, ignorando las consecuencias que tendrán nuestros actos para las sociedades que aún están por llegar. Luchemos por conseguir un acceso a la vivienda y a una mejora del nivel de bienestar. Se puede, pero hay que consensuar todas las posibilidades que nos ofrecen los diversos organigramas institucionales.

viernes, 24 de febrero de 2012

Reflexión

Nos encontramos vacíos, aunque llenos de cosas que queremos expresar. Las soltamos, pero nos cierran la boca. Cuando creemos que todo puede ir bien, nos cortan. Nos sesgan. Nos apartan. Nos invaden y nos encierran. 

Pensamos por nosotros mismos, unidos, por una vez. Juntamos nuestras ideas, nuestros elementos comunes. Disfrutamos con saber que podemos conseguir algo, pero nos devuelven a la realidad. A esa realidad dura, cruel, simple, impersonal y casual. A esa realidad improvisada, donde no vale con saber que estás haciendo las cosas bien, si no que además se tienen que interesar por ti, por tu opinión, por lo que eres, y por lo que podrías llegar a ser. Eso que tanto imaginas cuando tienes todo, y que recuerdas cuando no tienes nada. 

Nos unen más que nos separan, pero alguien decidió que lo mejor sería callarnos la boca, no expresar nada, aunque en ese momento no tengas nada que decir. Imaginas que con palabras lo solucionas todo, pero para eso existe la realidad, para demostrar esas palabras. No son más que eso: cosas que uno piensa y dice, pero que en la realidad son meros objetos estériles, vacíos, sin nada. Cuando uno realiza un acto, reflexiona y actúa. Casi siempre va solo, aunque hay que estar unidos. 

No vale con poner el grito en el cielo. No vale con intentar que tus palabras sirvan para algo. No vale con saber que lo correcto es lo que no estamos haciendo. No vale con pensar que la realidad es semejante a las palabras.

Las palabras se pierden con el tiempo. Pero a veces las palabras llenan vacíos. A veces las palabras cortan nuestros actos. Por eso la realidad es así de interesante. No sabes cuando cogerán la suficiente fuerza para actuar y conseguir algo, ese algo que es muy difícil de conseguir sin hacer nada.

No paguemos justos, por pecadores.

Os escribo desde mi humilde morada. Hay algunos que escriben desde la calle, pero de injusticia vive el mundo. Mientras haya desahucios, hay gente rica que sigue ganando dinero de manera fraudulenta.

No quiero que esta entrada sea como una más de las que hay en internet, ni quiero coaccionar a la gente que se ha tomado su tiempo en molestarse en leer esto. Tan solo doy una opinión, mas o menos generalizada.

Respecto a lo ocurrido estos últimos días en Valencia, veo lógica la repulsa a cualquier acto de violencia producida por una o por otra parte. Es bien cierto que la policía tiene parte de culpa, a lo mejor es la que mayor peso recae en esta balanza del “quien ha pegado más”, pero no seamos ignorantes: “muchos son tontos, y tontos hay en todas partes”. Es criticable tanto la actuación desmesurada de la policía, como de algunos “manifestantes pacíficos” que se encontraban casualmente por la zona. No estoy generalizando, es más, muchas de las personas que se manifestaron estos días en Valencia, tan solo quería protestar por algo justo, como es  “la educación pública”. Pero no seamos tontos. Algunas de las personas que había ahí tan solo querían armar follón. Esta calaña, en favor de los “derechos sociales” (no respetan ni dejan respetar), se encuentran en muchos lugares de la geografía española y son los que emborronan una manifestación plural, igualitaria, pacífica y en la lucha en favor del pueblo. A su vez, hay policías que sobrepasan el límite entre lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Entre lo que se debe hacer, y lo que no se debe hacer. Parece estos días que estábamos en un Estado de Excepción. Pero no hay que echar toda la culpa a ellos. Son personas como nosotros. Trabajadores que se ganan el dinero para alimentar a su familia, algunas veces injustamente (véase corrupción), pero otras veces muy justamente y merecidamente (véase los policías muertos en Galicia). Son meros peones movidos por un ente mayor. Ellos no deciden lo que hay que hacer. Son mandados por alguien superior a ellos. Alguien que no tiene escrúpulos ni vergüenza. Alguien que antepone la violencia, a la libertad.

Cada uno es libre de pensar y dejarse manipular. Nadie decide por si mismo. Nos movemos como una balsa en el océano, a merced del mar, del agua. Creo en el pluralismo, y no en el individualismo. Hay que moverse juntos, y nunca separados. No seamos sectarios y repartámonos la libertad. Si, esa cosa que últimamente está olvidada.

En definitiva, la calle es de todos, así que de alguna manera, todos vivimos ahí.

viernes, 3 de febrero de 2012

Reflexión capitalista.

Todo sistema capitalista produce una desigualdad social latente en las economías de los países desarrollados. Esta desigualdad, a la vez, es necesaria para el propio sistema porque se necesita esa desigualdad para crear una fuerza de trabajo que este atenta cuando el crecimiento económico sea una realidad. Digamos que el propio capitalismo nutre la desigualdad en todos los sentidos. Es ilógico que un país capitalista haga algo para luchar contra este problema, porque es esto lo que le hace ser un estado capitalista. Sería luchar contra ellos mismos.

Es inaceptable tales realidades, que se fundamentan en un capitalismo primitivo, basado en al sobrexplotación del trabajador como mera mercancía. No quiero decir, que el capital, y la obtención de este, sea el problema del mundo, es más, una economía consumista hace que crezca la economía del país, pero esto no justifica que se utilice el capital como medio político y desigualitario. El capitalismo aumenta las diferencias entre ricos y pobres. Tal vez, ahí este el problema.

Cada trabajo debe de ser remunerado equitativamente, prestando atención tanto a la parte productiva como a la parte digamos, más personal. Si aumentamos los salarios, aumentamos el consumo, lo que hace que crezca la economía. Mejores condiciones de vida de la población, también alimenta al propio sistema capitalista, pero quizás no interesa que la economía este creciendo constantemente, porque la especulación ya no tendría sentido, lo que arrastraría a todo el sector financiero a un declive sin igual, y esto provocaría que no se concedan créditos a las empresas que a su vez, remuneran el trabajo de la población, lo que haría que el sistema entrará en crisis, y vuelta a empezar.

El problema no es el capital, repito. Todas las personas tienen derecho a tener una renta alta en relación con el tipo de trabajo que desarrollan, pero es el propio sistema el que hace que esto no sea una realidad. Hay que cambiar la manera en que hacemos capitalismo, hay que buscar otro método, otro sistema que permita tanto la igualdad de los trabajadores en derechos sociales, en nivel de renta directamente proporcional al trabajo que desempeñen, en la manera de realizar el consumismo y organizar la estructura laboral. Quitar progresivamente esa economía especulativa, que se ha instaurado en nuestra sociedad como una sanguijuela, chupándonos lo poco que tenemos. Hay que salvaguardar el consumo básico, aunque no hay que dejar de lado ese consumo de bienes que permite que la sociedad avance. Hay que buscar una nueva forma de hacer capitalismo, dando importancia tanto a las personas como a las empresas que fomentan la igualdad laboral y el crecimiento económico de las familias. Cuanto más consumo, mejor economía. Pero hay que fomentar un consumo responsable, no dejándonos influenciar por créditos basura, ni por promesas que jamás se van a cumplir.

En definitiva, estamos ante los comienzos de la revolución social. Esa revolución que levanta al pueblo sin importar su ideología, cultura, nivel económico, ni ningún otro factor diferencial, que va a permitir soñar por un futuro digno, en manos del capital, pero con un nuevo capitalismo.

jueves, 19 de enero de 2012

PRÓXIMAMENTE EN CINES

Día 10 de Febrero de 2012

Chicos! que nos vamos de casa rural!! - Bien!! - Ya verás como la vamos a liar - Edu, pon las manos en el volante por favor!! - Venga que nos vamos!

... 3 horas y 4 expolios de la gente después...

Un grupo de universitarios han llegado a su lugar. A una casa rural alejada de la mano de Rajoy. Un rincón inhóspito, apartado del mundanal ruido. Todos están felices, al menos lo aparentan muy bien.
Todos ellos miran la casa de arriba a abajo, admirados por la belleza que desprende esa casa. Contemplando las maravillosas vistas a la Sierra de Gredos. Un lugar para perderse y no dejar que te encuentren.

Día 11 de Febrero de 2012

Un nuevo día en "La Tablilla". La mayoría de los jóvenes no han dormido mucho, otros directamente no han dormido nada, y alguno está todavía fumándose un canutejo. El ruido de los pájaros pone la melodía a este despertar tan pueblerino. La gente se levanta, desayuna lo que puede y comentan lo que van a hacer este sábado.

Ya por la noche y después de un día largo, duro y divertido, con todos los jóvenes jugando en el campo, explorando, investigando, tesineando y pechugando, algunos incluso hasta expoliando, se dirigen a hacer la vida casera por excelencia. Pero de pronto, comienza a nevar. "OH! esta nevando! que bonito! salgamos a jugar afuera!!" SIIIII - exclaman todos. Que felices son, no?

Día 12 de Febrero de 2012
Último día en la casa rural. Después de una noche de desfase, sexo, drogas, y demás, la gente está un poco triste por tener que irse, pero empiezan a recoger la casa, a ordenarla lo más que pueden. Todos están cabizbajos por este quehacer. Pero que linda sorpresa!
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- Hay que irse chicos - (ruido de chanchanCHANGGGGGGGGGGGGG) ...
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 (con voz entrecortada) No....(tragando saliva y con cara de susto) podemos...SALIR
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(Música de misterio pero con ritmo)

NADIE SE HEXPERAVA QUE PODRÍA SURGIR ESTE PROBLEMA. NADIE!!!
LA AVENTURA DE ESTOS CHICOS, SE LES HA TORCIDO.

DE LOS CREADORES DE " ¿HELADO? SI, PERO DE RABO" "SI YO NO SOY CURRO JIMENEZ QUE HAGO CON ESTE TRABUCO" y "EL SEXO SENTIDO: VEO A LA GENTE EN BOLAS", presentan:


Una aventura psicológica donde se demostrará hasta donde es capaz un grupo de jóvenes de luchar por sobrevivir. Una aventura llena de misterio, terror, y mucho gore, mucho gore, MUCHO GORETEX. 
Estos jóvenes recurrirán al canibalismo, a conseguir racionar las comidas, y sobre todo a conseguir salir de ese INFIERNO.
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(pasillo oscuro, y una chica con una vela en la mano) ¡Chicos! donde estáis?....(se abre una puerta)....NOOOOOOOOOO!!!! (fundido a negro, con golpe de platillos y bombo para asustar al personal)
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SNOW DARK! (y le comieron lo de abajo)


próximamente en los mejores cines


Idea original: Kevin Yagüe
Producción: Kevin Yagüe y Eduardo Fernández
Guión: Kevin Yagüe y Eduardo Fernández

miércoles, 18 de enero de 2012

IMAGINEMOS

Imaginemos que estamos en el mundo real. Ese mundo donde la injusticia social está latente en nuestras vidas; ese mundo donde el tu y yo esta sobrevalorado, donde la gente camina sin darse cuenta de lo que ha recorrido. Ese mundo donde la corrupción es ley de vida, donde la pobreza es algo natural. Ese mundo capaz de cerrar los ojos para negar lo que esta pasando. Ese mundo donde la ignorancia se aprende en las escuelas y se pone en práctica en lo que decimos y en lo que hacemos.

No pretendo convencer a nadie de que el mundo real es negativo en todos los sentidos, hay cosas buenas, como en todo. Quizás estas estén ocultas por la negatividad del hombre, de la persona. La vida te da muchas sorpresas, la vida te da razones para no abandonarla nunca.

La gente prefiere imaginarse este mundo real de otra manera. La gente manipula el mundo para que aparente ser lo que no es. A veces se manipulan entre ellos con el afán de conseguir un objetivo, a veces lejano. La gente juega a ser mejores personas, pero se les da mal eso de ser actores. Actores del mundo. Actores del tu y el yo.

A veces me imagino que el mundo real debe de inventarse de otra manera, ya puestos, inventemos nuestro tu y yo. Lo que hacemos o dejamos de hacer. Lo que podemos o no podemos hacer. Hay limites en todos ellos. A veces los limites se sobrepasan, o a veces nunca llegamos a alcanzarlo.

A veces el mundo real te cae encima, y te das cuenta de que lo has imaginado mal.

La gente pierde el tiempo en inventarse el mundo real. Yo prefiero seguir soñando.