Páginas

domingo, 11 de diciembre de 2011

Punto y aparte.

Hoy estoy triste. Mira la hora que es. Un sábado y decaído. Vengo del mejor estadio del mundo y me encuentro aquí, solitario, moribundo, despechado y con hambre. No sé como arreglar esto. Hoy ha sido uno de los peores días que recuerdo. Nunca me había pasado algo así. Es verdad que no es para tanto, que todavía queda mucho por delante, que la vida continúa y que el tiempo pasa cada vez más deprisa. Muy deprisa, pero cuando te encuentras en esta situación te dan ganas de no hacer nada. Hoy mi bocata ha muerto.

 A la vuelta tenemos 2012, un gran año. Un año donde pronostican el fin del mundo. Yo todavía tengo muchas cosas que hacer, y no sé si me dará tiempo a cumplirlas, pero espero que si. Tampoco es necesario acelerar el ritmo lógico de las cosas, ni siquiera alterar el orden por el cual se deben producir, pero es necesario un cambio.

Últimamente nada de lo que he querido que pasara se ha cumplido: el PP arrasa en España, el Madrid vuelve a perder contra el Barcelona, y lo más trascendental y lo que más siento: mi bocata de jamón ibérico de bellota ha sufrido un percance en el partido y ha resultado incomible. Lástima, a ese bocata le tenía mucho cariño.

Espero que lo que se avecina sea mejor. De todas formas, no pido gran cosa. Lo que llevo de mi corta vida ha sido bonito, aunque hubo una vez que desee no estar aquí, pero lo he superado. Yo soy así. Me levanto, pero soy muy torpe y me vuelvo a caer. Es lo que tiene fregar el suelo e intentar imitar a Michael Jackson. 

Yo soy así. Cada vez que alzo la vista veo que nada es como tiene que ser. Mis valores me juegan una mala pasada. Espero que esto no se vuelva a repetir, por favor, pero sé que lo pase tiene que pasar, al fin y al cabo, solo somos marionetas.

Espero no tener que encerrarme de nuevo. Todo el mundo necesita respirar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario