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lunes, 30 de julio de 2012

Reflexión (II)


Cuando alguien se siente vacío. Cuando nadie espera nada de lo que puede suceder en los próximos momentos. Cuando la gente camina sin rumbo fijo, con mirada perdida en el horizonte. Todos esos momentos, son rellenados con recuerdos, con imágenes de algo que podrías haber hecho y has dejado de hacer. Ese hueco se llena con momentos felices, momentos que te han servido para continuar dando pasos de gigante en tu vida.

Todo se trunca con un leve movimiento de brazos, con un pequeño gesto que te hace cambiar tu destino. Todo es tan frágil, tan delgado, tan recto, que salirse del camino puede llegar a ser fácil. Tan fácil que ni si quiera lo intentamos.

Ya hablé en otras entradas, que arriesgar implica compromiso. Salgámonos de la típica frase de que “el que no arriesga no gana”. Es cierto, pero es mucho más complicado que eso. Cuando uno arriesga, tiene que saber lo que está haciendo. No hay que tomarse las cosas a la ligera. Hay que marcarse un objetivo y llegar a él, tarde o temprano, deprisa o despacio, recto o curvo, pero llegar a él.

La rutina es eso. Es la válvula de escape para hacer siempre lo mismo y no atreverse a hacer cosas nuevas. Muchas veces pienso que lo único que nos mantiene fuertes es tener un poco de ignorancia de vez en cuando, porque cuando te implicas demasiado en algo, muchas veces ni siquiera merece la pena. No pierdas el tiempo dándolo todo en algo que no te va a dar nada en la vida. Va a ser como ese algo que estuvo y se fue para no quedarse.

Esas noches en las que miras al techo, o al cielo si tienes la suerte de estar al aire libre, y te quedas pensando en nada. Ese momento en el que te vienen a la cabeza imágenes de un pasado. Algunas veces hasta sonríes. Pero es algo continuo. Repetitivo. Las mismas imágenes una y otra vez.

El presente no existe. Pasado y futuro, nada más. Por eso tienes que ver que cada momento que pase, es pasado en tu recuerdo. Haz que merezca la pena recordar esos momentos. Haz que cada instante, sea una sonrisa en el futuro. No pierdas el tiempo buscando la manera de continuar por ese camino recto, frágil y delgado.

Ahora disculpadme, pero hace un día muy bueno para hacer algo diferente.

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