Voy a comenzar a relataros una historia. Todo comenzó en un
día sin lluvia. Una mañana soleada. Sin miedo a perder nada…
Raras veces nos levantamos con este ánimo. Muchas incluso maldecimos
habernos despertado ¿Qué sueño sería para no querer abrir los ojos? Todos hemos
tenido uno que guardamos en nuestra memoria y que jamás contamos. Un sueño tan
real que esperamos que se cumpla. ¿Es bueno esperar? ¿Dónde está el límite?
La única barrera, el único límite, muchas veces nos es
impuesto por nosotros mismos. Vemos que la única salida para nuestra
desesperanza es no hacer nada. Quedarnos de brazos cruzados esperando a que
todo ello pase, pero realmente ansiamos que nos pregunten:
-
¿- Qué quieres? ¿Qué necesitas?
Tantas veces vemos como se nos escapa la oportunidad de
hacer algo realmente útil para nosotros, pero no damos ese paso que nos
ayudaría a ser más felices. Luego nos arrepentimos “¿Por qué a mi?”.
Diferente es una persona paciente, exigente, cauta y
cuidadosa con lo que hace. No es que no se atreva a dar ese paso, si no que se
muestra indiferente ante situaciones que no está seguro de que le aporten algo.
A veces es inútil esperar demasiado de un instante. Es fugaz. Se nos escapa de
las manos. Lo bueno sería disponer de ellos durante el resto de nuestra vida
para así aprender de nuestros errores.
Ahora mismo quizás esperes algo, pero dejas pasar el tiempo.
Aun así esperas que te lo pregunten. ¿Nadie habla? Bueno ya te pregunto yo:
¿Qué quieres? ¿Qué necesitas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario